Tengo por costumbre cuando el bolsillo y las circunstancias lo permiten, aprovechar al máximo mis días libres, sobre todo si coincidimos en librar sábado, domingo, lunes y martes. Así pues, tras un fin de semana bastante movido, llegó el lunes 26 de noviembre de 2007.
Ni corto ni perezoso, y sin saber si mi compañero de trabajo Jose Miguel, que vive en Alcalá la Real (Jaén) estaría en su casa, cogimos el coche desde San Fernando y nos pusimos rumbo a hacerle una visita sorpresa. Tras pasar por Sevilla, Carmona, Écija, Lucena y Priego de Córdoba, entre otros, llegamos por fin a la bella y amable Alcalá la Real.
Dejamos en coche en "El Parque", donde una amable señora nos espetó que no era necesario ya pagar por la zona azul, así que nos pusimos a buscar el Ayuntamiento, pues sabíamos que él vivía en una calle colindante con él que llevaba en su nombre la palabra "Alcalá". Tras pasar por su portal sin saberlo, preguntamos en la misma plaza en una oficina y efectivamente, la calle Alonso Alcalá era la que se encontraba justamente enfrente.
Me parecía según le escuché una vez que vivía en el número dos, así que toqué el telefonillo al segundo piso y se puso una señora muy amable que resultó ser su tía, informándonos que Jose Miguel vivía en el tercero. Llamamos y se puso su padre, nos dijo, a las 14:30 horas, que su hijo estaba durmiendo, por lo cual tuve que obligatoriamente decir que era un compañero suyo de Cádiz que había venido a verlo, que por favor lo avisara pero que no le dijera nada de que era yo, sino solamente un amigo. Su padre, don Andrés Miguel García Serrano, hizo de complice y en dos minutos tenía a mi amigo hablando conmigo a través del telefonillo, él arriba y yo en su portal.
- ¿Sí?
- ¡¡Senator, de Coco y Webo!!
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!!!!!!!!!!!! ¡¡¡Pero....qué haces aquí!!!
Sin salir de su sorpresa, entre legañas y pijamas, nos invitó a subir. Allí en el tercer piso nos esperaba la sonrisa de su padre tras unas gafas que ocultaban una mirada viva y alegre. Tras saludarnos a Sara y a mí sintiéndonos francamente bien recibidos, nos hizo pasar al salón mientras Jose Miguel se preparaba. A los pocos minutos aparece con barba de 7 días, dormido en pijama y sonriendo. Fue el reencuentro satisfactorio consumado. A partir de ahí, patatitas, jamoncito, zumito y mejillones.
Mientras Jose Miguel se duchaba y preparaba, estuvimos amablemente conversando con su padre, que nos enseñó sus trabajos de fotografía que con pasión infinita realiza. Aparte de sus cuadros en la pared, nos enseñó un cajón donde tiene infinidad de trabajos guardados, preciosos, muy trabajados, e incluso nos dió una tarjeta de visita en la que se puede leer:
ENTRADA PAGINA WEB DE MIS FOTOGRAFÍAS
Andrés Miguel García Serrano
angase@wanadoo.es
http://www.1001fotos.es/albumfiltro.asp?p0=10736&pl=15281
Nos estuvo comentando que ha hecho muchas exposiciones y explicándonos todo el trabajo y dedicación que necesita una fotografía para ser compuesta a través de los colores y la luz como él admirablemente hace.
Tras las tapitas, y despedirnos de él, nos fuimos con Jose Miguel a almorzar. Nos llevó a comer a un restaurante en el que dimos buena cuenta de un plato de jamón ibérico, una cazuelita de huevos y habas, huevos a la alcalaína, solomillo de cerdo, exquisito y como no, con salsa de roquefort, y sin hueco ya para el postre, se tomaron un cafelito.
Mientras la comida bajaba hicimos una visita a la majestuosa Alcazaba de la Mota, que domina desde las alturas el pueblo de Alcalá la Real.
http://www.castillosnet.org/jaen/J-CAS-002.shtml
Después de una gélida pero interesante visita donde incluso unos operarios nos explicaron la remodelación de una sala nueva con audiovisuales preparada para el día 6 de diciembre y la abadía redecorada con suelo de cristal, amén de la clandestina inspección de la torre más alta donde hay que subir por un tunel de escalones estrechisimos que da como premio una vista increíble del pueblo y de las montañas de Sierra Nevada, volvimos a la plaza del Ayuntamiento.
Le explicamos a Jose Miguel nuestra intención de pasar noche en Granada y visitar el Zoo de Fuengirola al día siguiente, lo invitamos a venir y aceptó. Así que, otra vez conduciendo por carretera, esta vez siguiendo a mi amigo desde su pueblo hasta la ciudad de la Alhambra, donde ambos vivimos años atrás.
Yo tenía reservada una habitación en el Albergue Juvenil, bueno, bonito y barato, que sin tener las florituras del hotel de Barcelona, tenía desayuno incluido y habitación doble con cuarto de baño privado por 35 euros. Un lugar asequible perteneciente a la red de Albergues Nacionales, que me hizo recordar mis anteriores visitas a finales de los años 90.
Una vez allí y tras haber descansado un poco, pusimos rumbo a la pizzería Il Gondoliere de la calle Martínez Campos junto a la Plaza Gracia, uno de los mejores restaurantes (si no el mejor) italianos que conozco. Allí ya estuvimos un año atrás con Manu y Mabelota, y volvimos a degustar los mejores platos al son de un italiano violín.
Como siempre, hicimos la ruta del recuerdo de Granada, pasando por Camino de Ronda, mirando el Trigolo 2, la Parra, ya en Gonzalo Gallas volví a mi portal antiguo con su foto correspondiente, el Metrópolis, el antiguo Web Café convertido en tienda de chucherías, la plaza Einstein, el Voy Volando, Pedro Antonio....hasta llegar a Il Gondoliere. Al salir de allí, Recogidas, Neptuno, el Parque de García Lorca, la placita del Anfiteatro reconvertida totalmente, la antigua Alsina transformada en bloques de viviendas con la cúpula de la antigua estación aún en pie, foto en la puerta de El Leño, otra vez Camino de Ronda, Plaza Einstein y copita en el "Voulez Vous?"
Tras este terrífico dejà vú, volvimos al Albergue para dejar que la cama nos diera paso al día siguiente 27 de noviembre de 2007. El desayuno incluído terminaba a las 10, y como me desperté a las 9:30 y había que ducharse y prepararse, cuando llegamos abajo solo quedaban abandonadas migas de pan...Así que Check-out, carnet de alberguista (¡años después de nuevo!), y desayuno en el bar de enfrente. Un cola-cao, dos cafés, dos medias con pan con tomate y aceite y un mollete de queso con tomate: 6,50 €. Nada pero nada mal.
Habiendo cogido fuerzas, nos despedimos de Granada hasta una nueva visita, donde siempre me siento contento al visitarla y desde donde dije un "Hasta la próxima", para seguir a Jose Miguel por carretera rumbo a la provincia de Málaga, ciudad la cual también dejamos atrás hasta llegar a Fuengirola.
Sin preguntar a nadie, supimos llegar desde el Albergue Juvenil de Granada hasta la puerta del Zoo de Fuengirola, dejamos los coches en el párking subterráneo y empezamos nuestro animalístico día dentro del Zoo, clavado en mitad de la ciudad y justo enfrente del moderno Ayuntamiento.
Cocodrilos, flamencos, tigres, chimpancés, aves de todas clases, zorros voladores, gibones, suricatos, serpientes, gorilas, leopardos, peces, tortugas marinas, jabalíes, hipopótamos, armadillos, entre otros muchos, y una visita guiada a la casita de los geniales y traviesos lemures, fueron divirtiéndonos como escolares en un día soleado e inolvidable. Le dimos dos vueltas al zoo completo, sacamos multitud de fotos, y lo pasamos francamente bien. Tras la breve exposición de animales de las cinco de la tarde, dimos por concluida nuestra larga e intensa visita al Zoo, donde nos sentimos durante varias horas en medio de la selva.
En el párking tocó despedirnos de Jose Miguel, que volvía a Alcalá la Real (Jaén) y nosotros para nuestra casa de San Fernando (Cádiz). Me encantó haber hecho esta visita sorpresa a mi amigo y que lo hubieramos pasado tan bien el lunes y el martes, donde me recorrí casi toda Andalucía.
Todo salió a pedir de boca, ni preparado habría salido mejor, el tiempo atmosférico acompañó y lo pasamos de lo lindo en unos días para recordar. Al llegar a casa, a poco más de las 20h., yo ya no era persona. Un poquito de sofá y televisión bastaron para acabar conmigo hasta la mañana del día siguiente, momento en el que escribo estas líneas y me dispongo a seguir con mi vida, y como no, a esperar a la próxima aventura.
Vacaciones en Barcelona
Para repetir la costumbre de coger un vuelo el día 6 de noviembre, y al igual que se hizo en 2006 rumbo a Londres, el mismo día del 2007 tocó un vuelo desde el Aeropuerto de Jerez al del Prat de Barcelona. Allí ibamos a pasar 5 días y 4 noches hospedados en el Hotel Spa Senator Barcelona, con descuentito por ser de la empresa.
Seré breve en este primer esbozo de la noticia, pero puedo decir que nos trataron excepcionalmente. Las Ramblas, el Puerto, la estatua de Colón, el museo de Cera, el bosque de las Hadas, la plaza Catalunya, el Parque Guell y su salamandra, la Sagrada Familia, el Nou Camp, Montjuic con su Pueblo Español, el Museo Nacional de Arte y su estadio Lluis Companys, el Palau Sant Jordi, la Fuente Mágica en mantenimiento, la plaza de España, la playa de la Barceloneta junto a su Mercado Central, la avenida Juan de Borbón con sus veleros en la regata del Barcelona World Tour, la Pedrera,(casa Milá), la casa Batlló, el Tibidabo y sus cuestas, sus repetidamente visitadas estaciones de metro y muchos sitios más, incluido el Spa del hotel, fueron testigos de nuestra visita, con la cual quedamos encantados.
A la vuelta el día 10 de noviembre y para no perder la costumbre, Sara y yo fuimos recogidos de nuevo por mi tío Rafael, mi tía Paqui y ¡sorpresa!, mi madre. Fue el regreso a Cádiz. Si no paramos en Barcelona, aquí empezó otra historia, en la que tampoco dimos tregua al tiempo libre...
Seré breve en este primer esbozo de la noticia, pero puedo decir que nos trataron excepcionalmente. Las Ramblas, el Puerto, la estatua de Colón, el museo de Cera, el bosque de las Hadas, la plaza Catalunya, el Parque Guell y su salamandra, la Sagrada Familia, el Nou Camp, Montjuic con su Pueblo Español, el Museo Nacional de Arte y su estadio Lluis Companys, el Palau Sant Jordi, la Fuente Mágica en mantenimiento, la plaza de España, la playa de la Barceloneta junto a su Mercado Central, la avenida Juan de Borbón con sus veleros en la regata del Barcelona World Tour, la Pedrera,(casa Milá), la casa Batlló, el Tibidabo y sus cuestas, sus repetidamente visitadas estaciones de metro y muchos sitios más, incluido el Spa del hotel, fueron testigos de nuestra visita, con la cual quedamos encantados.
A la vuelta el día 10 de noviembre y para no perder la costumbre, Sara y yo fuimos recogidos de nuevo por mi tío Rafael, mi tía Paqui y ¡sorpresa!, mi madre. Fue el regreso a Cádiz. Si no paramos en Barcelona, aquí empezó otra historia, en la que tampoco dimos tregua al tiempo libre...
Almuerzo en la Playa de Bolonia (Cádiz)
El 1 de noviembre de 2007 me fui con Sara, Olga y sus padres a un almuerzo a un chiringuito de la playa de Bolonia, organizado por el Club de Coches Antiguos de Cádiz. La carretera hacia la playa está a medio asfaltar y es un poco tortuosa, pero una vez llegas, encuentras una preciosa calita playera y un chiringuito-restaurante de madera anclado en la misma playa.
Pescaíto frito, croquetas, paella, tarta y un legendario cola antes de volver. El sitio es muy bonito y si conocéis la playa de Bolonia en verano, también merece la pena visitarlo cualquier día si pensáis echar un día de almuerzo en la calle y no os pilla demasiado lejos. Como podeis comprobar las fotos pertenecen a la vista de la playa desde el chiringuito y al mismo chiringuito en sí, con sus matorrales y sombrillitas.
Pescaíto frito, croquetas, paella, tarta y un legendario cola antes de volver. El sitio es muy bonito y si conocéis la playa de Bolonia en verano, también merece la pena visitarlo cualquier día si pensáis echar un día de almuerzo en la calle y no os pilla demasiado lejos. Como podeis comprobar las fotos pertenecen a la vista de la playa desde el chiringuito y al mismo chiringuito en sí, con sus matorrales y sombrillitas.
Viaje a Albufeira (Portugal)
El día 29 de Octubre de 2.007 conocí Albufeira (Portugal) tras un viajecito en el Peugeot 207 cc.
Nos hospedamos en el Hotel Spa Bellavista, cerquita de la Rotonda de los Relojes, un lugar muy tranquilo y relajante, con piscina, jacuzzi y desayuno buffet incluidos. La habitación, salvo la existencia de minibar y una almohada más alta me pareció bastante buena. La ciudad y su noche, una preciosidad. Precio, 76 euros la habitación.
Albufeira es una pequeña costera localidad situada en el Algarve portugués, entre Portimao y Faro. Es ideal para pasar un fin de semana y bajar hasta la playa donde existe una zona de bares, pubs y restaurantes muy diversa con mucha vivacidad. Desde el paseo marítimo se puede observar la playa y esta zona mencionada desde arriba de la cala, quedando todo a un nivel más bajo del paseo marítimo en sí. Preciosa de día, increíble de noche.
La gente es hospitalaria y servicial, en la misma calle leyendo una carta de menú en el restaurante Casanova un comercial del local nos recomendó, claro, el plato más caro de la carta, la Cataplana á Algarvia, un plato típico portugués, que colmó nuestras expectativas tanto a priori como a posteriori. La cataplana realmente es el recipiente donde se presenta este plato de sopa de marisco, chorizo, etc. pero la comida en sí es conocida por este nombre. No la conocíamos y la verdad es que para probar algo particular de allí, fue un descubrimiento.
Si tenéis un par de días libres y queréis visitar un sitio nuevo, bonito, tranquilo y acogedor, os propongo de primera mano este sitio encantador, que lejos de ser un lugar para visitar museos o ir en plan cultural a tope, sí vendrá bien para evadirnos de todo y sentirnos parte de una ciudad costera donde se respira un ambiente muy bueno y que está llena de vitalidad.
Para redondear el viaje, a la salida del hotel, dejamos Albufeira y visitamos la ciudad de Guia, donde se encuentra el parque acuático Zoomarine, un lugar perfecto para pasar un día viendo espectáculos de delfines, focas, aves de rapiña y aves tropicales, así como visitar el parque entero y conocerlo en su totalidad. Existe un cine en 4D donde te pones unas gafas y te dan una proyección en una sala donde parece que estás dentro de la imagen y la puedes tocar. 100% Recomendado. El coste de la entrada es de 21,50 euros, un lugar que merece la pena.
Con tener un par de días libres y estar dispuestos a conducir hasta la costa sur de Portugal, tendréis a vuestra disposición una opción para pasarlo en grande sin mucho ajetreo ni mucho gasto. Espero que os animéis a realizar esta pequeña escapadita.
Nos hospedamos en el Hotel Spa Bellavista, cerquita de la Rotonda de los Relojes, un lugar muy tranquilo y relajante, con piscina, jacuzzi y desayuno buffet incluidos. La habitación, salvo la existencia de minibar y una almohada más alta me pareció bastante buena. La ciudad y su noche, una preciosidad. Precio, 76 euros la habitación.
Albufeira es una pequeña costera localidad situada en el Algarve portugués, entre Portimao y Faro. Es ideal para pasar un fin de semana y bajar hasta la playa donde existe una zona de bares, pubs y restaurantes muy diversa con mucha vivacidad. Desde el paseo marítimo se puede observar la playa y esta zona mencionada desde arriba de la cala, quedando todo a un nivel más bajo del paseo marítimo en sí. Preciosa de día, increíble de noche.
La gente es hospitalaria y servicial, en la misma calle leyendo una carta de menú en el restaurante Casanova un comercial del local nos recomendó, claro, el plato más caro de la carta, la Cataplana á Algarvia, un plato típico portugués, que colmó nuestras expectativas tanto a priori como a posteriori. La cataplana realmente es el recipiente donde se presenta este plato de sopa de marisco, chorizo, etc. pero la comida en sí es conocida por este nombre. No la conocíamos y la verdad es que para probar algo particular de allí, fue un descubrimiento.
Si tenéis un par de días libres y queréis visitar un sitio nuevo, bonito, tranquilo y acogedor, os propongo de primera mano este sitio encantador, que lejos de ser un lugar para visitar museos o ir en plan cultural a tope, sí vendrá bien para evadirnos de todo y sentirnos parte de una ciudad costera donde se respira un ambiente muy bueno y que está llena de vitalidad.
Para redondear el viaje, a la salida del hotel, dejamos Albufeira y visitamos la ciudad de Guia, donde se encuentra el parque acuático Zoomarine, un lugar perfecto para pasar un día viendo espectáculos de delfines, focas, aves de rapiña y aves tropicales, así como visitar el parque entero y conocerlo en su totalidad. Existe un cine en 4D donde te pones unas gafas y te dan una proyección en una sala donde parece que estás dentro de la imagen y la puedes tocar. 100% Recomendado. El coste de la entrada es de 21,50 euros, un lugar que merece la pena.
Con tener un par de días libres y estar dispuestos a conducir hasta la costa sur de Portugal, tendréis a vuestra disposición una opción para pasarlo en grande sin mucho ajetreo ni mucho gasto. Espero que os animéis a realizar esta pequeña escapadita.
Presentación del blog
Ya estoy aquí. Soy Álvaro, a.k.a. Guybrush de Cádiz, muchos me conocen, otros me conocerán.
Aquí estoy abriendo un blog presto a sacar punta a cualquier cosa que se me venga en mente, por lo que este no es un blog temático de nada, lo cual es bueno porque no me veré limitado a escribir de nada en concreto, sino de todo en general. Vamos allá.
¡Buenos días, buenas tardes, buenas noches!
Aquí estoy abriendo un blog presto a sacar punta a cualquier cosa que se me venga en mente, por lo que este no es un blog temático de nada, lo cual es bueno porque no me veré limitado a escribir de nada en concreto, sino de todo en general. Vamos allá.
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